10 agosto 2021
La
situación actual de la política española está enmarcada por políticos que no se
ponen de acuerdo en nada, coinciden en su oposición a cualquier reforma de
calado que acabe con la gigantesca agencia de colocación en la que se ha
convertido la función pública. Con todo ello, se confirma una falta de gestores
que nos arrastra hacia un resultado de gestión ineficiente anclada en nuestra
cultura y que se define en otro “vuelva usted mañana”.
La
gestión de los recursos públicos requiere de continuidad, seguridad frente a la
arbitrariedad política, mérito en sus responsables y profesionalización, pero
la gestión de las instituciones públicas pagadas por todos debe estar en manos
de gestores de demostrada valía. La estructura y la gestión de esas
organizaciones en un paraíso democrático debe fundamentarse en que los
contribuyentes NO paguemos la factura de sus excesos políticos, obligándonos a
cambiar de modelos clientelares sostenidos en favores, corruptelas y en la idea
de que la política estaba para servirles
a ellos, antes que al votante. Por lo tanto, la Administración está siempre al
servicio del ciudadano; nunca el ciudadano al servicio de la Administración.
La
pujante y floreciente dirigente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso,
del PP, critico el aprovechamiento de las instituciones públicas y desvelo los
chiringuitos del gobierno social-comunista, algunos tan singulares como las
Palancas y la Oficina de la Bicicleta o Biciclete, llevando el arte de la
creación del “chiringuito político” un paso más lejos cuando anuncio la creación
de la Oficina del Español para colocar a Toni Cantó en el gobierno de la
Comunidad madrileña y desempeñar en ese nuevo departamento, entre otros fines,
la promoción de la región como capital europea del español o la interlocución
con instituciones para impulsar las oportunidades económicas con un retorno de
negocio salarial para el señalado actor convertido en político, quien abandono
Ciudadanos para apoyar a Ayuso, por lo que recibirá un salario de 75.000 euros
al año y, de esta forma o manera, pasarse por el arco del triunfo al Instituto
Cervantes y a la Real Academia de la Lengua.
En
España se está interiorizando que ganar unas elecciones equivale a espoliar un
negocio y un retorno producido en un botín que en un ambiente norteamericano
denominamos spoil system. De ahí que, estamos necesitados de una profunda
reforma en la Administración, largo tiempo demorada, que a sus puertas tiene
una nueva oportunidad con los fondos europeos para paliar los efectos de la
pandemia y poder lograr una Administración Pública que sirva con objetividad
los intereses generales y actúe de acuerdo con los principios recogidos en
nuestra Constitución de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración
y coordinación con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
En
asuntos de mala gestión como el de la antigua fábrica de Giesa debería
cumplirse en nuestra inmortal, noble, leal y siempre heroica Ciudad de Zaragoza
aquello de que cuando las barbas de tus vecinos veas pelar, pon las tuyas a remojar. Seguro que se conseguiría un mayor interés
general.
CIVITAS
Vecinos del barrio Las Fuentes.
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