VERDE
Una ciudad necesita pulmones para respirar. Los parques y los jardines, las calles arboladas y los maceteros de las ventanas hacen mucho más que embellecer nuestros paisajes de cemento. Nos proporcionan un respiro vital. La hierba, el barro, las hojas y las flores nos conectan a la tierra y contrarrestan el polvo y la suciedad. Al fin y al cabo, seguimos siendo animales. A través de la naturaleza percibimos el paso del tiempo, de las estaciones y de los elementos. No se trata solo de compensar las emisiones de carbono o de disponer de un lugar al que ir de pícnic los días de buen tiempo, sino de mantener una relación simbiótica fundamental entre el ser humano y la naturaleza. Cuanto menos contacto estamos con ella, menos natural es nuestro comportamiento.
Para ver información pulsa enlace abajo
https://elpais.com/elpais/2019/05/07/eps/1557221012_340665.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario