sábado, 16 de febrero de 2019

Retos para una alimentación sostenible y saludable











A nivel institucional:
1. Proteger más y mejor la actividad agraria y a quienes la hacen posible, ya que van a ser, principalmente, los profesionales del sector primario (agricultores, ganaderos, etc.) y secundario (la transformación) los que tendrán que garantizar una alimentación suficiente, saludable y de calidad a nuestra sociedad.

2. Es indispensable potenciar cuantiosa y decididamente la I + D + I agroalimentaria y, en este sentido, asumir todas las tecnologías que científicamente avalen el respeto a la salud humana y a la conservación del medio ambiente. Tutelar tanto la producción como la transformación agroalimentaria, para que implementen o, en su caso, reduzcan, ingredientes que los hagan más adecuados para las dietas actuales, teniendo en cuenta los hábitos de actividad, movilidad, gustos, etc. en aras a ofrecer productos saludables y de calidad a nuestra sociedad. Para ello, más concienciación, formación e información que cambie hábitos de producción, compra y consumo y, de esa manera, evitar que se apliquen nuevas medidas fiscales sobre los alimentos que sólo consiguen penalizar la economía del consumidor.

A nivel individual:

3. Es necesario apreciar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de los productos que se consumen, porque detrás de cada producto hay una historia sobre cómo se elabora, quién lo produce, dónde se hace y cómo llega a cada uno de nosotros.

4. España es rica en diversidad de productos agroalimentarios. Cada región tiene su diferenciación en base a su gastronomía, climatología, costumbres. Conozcamos y aprovechemos los alimentos locales de temporada, tanto por su punto óptimo de maduración cómo por su proximidad.

5. Incrementar el consumo de frutas y verduras, al menos, cinco al día. Son muy ricas y aportan vitaminas y otros nutrientes muy buenos para la salud.

6. La sed se quita con agua. Aunque también se pueden ingerir otras bebidas para hidratarnos, como zumos de frutas, refrescos, etc., el agua ayuda a estar sano y saludable porque es fuente de vida.

7. Reducir la sal, la grasa y el azúcar de las comidas y bebidas. En las etiquetas constan los ingredientes y la información nutricional para saber cuánta sal, grasas (y de qué tipos, diferenciando saturadas del resto) y azúcares tienen.

8. ¡Muévete más! Hacer actividad física todos los días. Aprovechar todas las oportunidades: subir y bajar escaleras en lugar de coger el ascensor, ir andando al colegio o a hacer recados, montar en bici y colaborar en las tareas de casa.

9. Limita el tiempo delante de una pantalla. No gastar todo el tiempo libre sentado delante de la TV, del ordenador o con videojuegos. Andar, correr y hacer más actividades al aire libre, tanto en el mar como en la montaña, actividades lúdicas que permitan pasear, relajarse... en grupo, que ayudan a mejorar las relaciones interpersonales. Realizar ejercicio o elegir un deporte y practicarlo mínimo 2 o 3 veces por semana.

10. En definitiva, conseguir una alimentación suficiente, sostenible y saludable es un gran desafío que requiere esfuerzo y colaboración de todos los eslabones de la cadena alimentaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario